La semana pasada descubrí el mundo de los Furries. Los Furries son una comunidad de personas a las que les gusta adoptar una personalidad animal estilizada llamada una “fursona” que ocasionalmente representan en la vida real en convenciones. A la última convención de este tipo celebrada en Chicago asistieron casi 15.000 personas.
La subcultura evolucionó a partir de dibujos animados antropomórficos como Robin Hood, donde todos los personajes de esa historia eran animales y ha crecido en popularidad desde el advenimiento de Internet y como un opuesto a la crueldad que prevalece en ese lugar.
Hay entre uno y tres millones de furries en todo el mundo por lo que es posible que conozcas a un Furry aunque no lo conozcas. Generalmente, se piensa que los Furries son personas que quieren ser un animal y que piensan que en el fondo son ese animal. No es así, aparentemente los furries no se identifican como animales y tratan de divertirse con personas de ideas afines que los apoyen y no los juzguen.
No estoy de acuerdo. Creo que la mayoría son locos inofensivos que interpretan el papel del animal que les gustaría ser si fueran un animal, y no hay nada malo en eso.
¡Personalmente siempre me he identificado como un tigre!