Hace unos años, Christina, yo y mi hija menor Fiona, condujimos por el sur oeste de Texas.
Aterrizamos en San Antonio. Esta es una ciudad de canales y plantas perfumadas. Aquí el lugar obvio para visitar fue El Álamo, la escena de Davy Crockett’s de la última resistencia
Luego viajamos a Del Río, en La Frontera Mexicana, y visitamos Ciudad Acuña. Hacía mucho calor, 93 grados a la llegada. Nos quedamos en un hotel y fuimos testigos de un tiroteo de vaqueros en la piscina. Por cierto Del Río fue la ciudad que apareció en la película “No es país para viejos”.
Luego condujimos el Chrysler al Parque Nacional Big Bend. El parque lleva el nombre de una curva en el Rio Grande que forma la frontera entre México y Estados Unidos. Texas es realmente un estado enorme. Puede uno conducir durante horas y solo ver un automóvil. La entrada al parque está en un lugar llamado Panther Cross (Cruz de Pantera).
Luego hay un viaje de 100 millas a través del desierto de Chihuahua hasta el Río Grande. El valle del rio es más fértil con profundos cañones que forman la frontera con México. El parque se extiende 118 millas a lo largo del río. Existen maravillosos senderos para caminar.
Toda una cadena montañosa está contenida dentro del parque se llama Las Montañas Chisos. Hay numerosas plantas presentes en el parque particularmente los cactus florecientes en el desierto.
Por la noche aparecen los animales. El cielo lleno de estrellas y la experiencia es fantástica. Se pueden ver pumas, osos mexicanos, coyotes y jabalíes. Nuestro coche fue atacado por un jabalí hambriento.
Después de una noche en el parque condujimos a Fort Davis el hogar de la caballería de los Estados Unidos durante las guerras Indias en 1845. Luego continuamos al Monte Davis donde existe El McDonald Observatorio. Ciertamente las estrellas por la noche son grandes y brillantes en el profundo corazón de Texas.
Al día siguiente viajamos a Van Horn en la autopista I10. Aquí tuvimos las mejores fajitas de pollo, por siempre (de nuestra vida). Luego fuimos a El Paso y tomamos el tren a través de Arizona a Tucson.
En este momento de encierro, es fantástico recordar las vacaciones escapistas anteriores.
Yo recomendaría a cualquiera que haga el viaje al Suroeste de Texas.
