Hace 50 años, este desierto era el cuarto lago más grande del mundo. Apoyó una industria pesquera que producía 50.000 toneladas de pescado al año y alimentaba a más de 100.000 personas en nueve países.
Hoy, el Mar de Aral, en la frontera de Kazajstán y Uzbekistán, ha perdido el 85% de su volumen. En su lugar hay un desierto. Entonces, ¿qué ha pasado?
El cambio comenzó cuando el gobierno soviético construyó dos enormes canales para desviar el agua de los ríos Amu-Darya y Syr-Darya para ayudar a desarrollar el cultivo del algodón. En la década de 1960, la cantidad de agua que fluía hacia el mar de Aral era menor que sus salidas y comenzó a a reducirse.
A medida que se redujo el volumen de agua, aumentaron los niveles de salinidad, los peces murieron y la industria pesquera desapareció.
Sin la gran masa de agua para regular las temperaturas, los inviernos en esa zona se han vuelto más fríos y los veranos más calurosos. Las comunidades costeras se han reducido o desaparecido.
La situación muestra la rapidez con que el medio ambiente puede cambiar. ¡Debería ser una lección para aquellos que ignoran las advertencias de los científicos sobre el cambio climático!
