La Isla de Rum, frente a la costa oeste de Escocia, es la casa de la segunda mayor colonia en el mundo de Manx Shearwaters, un ave marina a veces referida como el
albatros del norte.
Una pareja reproductora de estas aves solo tiene un pollito que dejan en su madriguera cuando tiene unos 70 días, y no vuelve nunca más. Unas dos semanas después el pollito hambriento despegará por primera vez sin haber salido de su madriguera y no volverá
a aterrizar en sólidos terranos durante mil días, quizás cuatro años.
Nadie le dice a dónde ir, simplemente vuela. Al sur, por la costa más allá de Francia y
España, luego por las costas oeste de África antes de cruzar el Océano Atlántico Sur para llegar a su principales zonas de pesca frente a las costas de Argentina.
Este es un
viaje de unas ocho mil millas y el ave permanecerá por 3 o 4 años sin llegar nunca a
aterrizar.
Una día, cuando es maduro y empujado por algún impulso, de nuevo partirá hacia el
norte hacía Rum guiado por una mezcla de campos magnéticos, las estrellas y el sol, así volviendo al mismo lugar que dejó tantos años antes.