Esta tarde hace una semana estaba perfectamente contento. Estaba en Ibiza. Habíamos pasado todo el día en la playa. La temperatura todavía estaba en los 20 grados. Estábamos sentados en un pequeño café donde estaba tomando mi segunda jarra de mi cerveza favorita y estaba fingiendo que estaba en mi clase de español leyendo el periódico local. Shona estaba hablando pero yo no estaba escuchando.
Todo estaba bien en mi mundo, pero de repente todo se deshizo cuando dije:
“Lo siento” “¿Dijiste algo?”
-“Si”, respondió ella “estrictamente comienza el sábado”
(aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah)
“Eso es bueno” respondí; pensando en secreto en lo que habría hecho en alguna vida anterior para ser arrojado una vez más al Noveno Círculo del Infierno, es decir Strictly Come Dancing, que como una plaga anual afecta a la población británica, dominando las noticias diarias y los pensamientos racionales de millones de personas sensatas durante 13 semanas, donde 15 personas, o no entidades (lo siento “celebridades), compiten para ganar…¿qué? Una bola plateada brillante
Probablemente todo sea una conspiración gubernamental para desviar la atención de la guerra, la pestilencia y el hambre.
Por otro lado, ahora significa que debería tener más tiempo para hacer mi tarea de español.
