Hasta 1987 el Puente de Kincardine se abrió con regularidad para permitir a los barcos navegar el rio hacia Alloa.
Si cruza el puente verá en ambos extremos del pórtico, la cresta del antiguo Consejo de Clackmannan cuyo lema era (y todavía lo es) “mira alrededor de ti”, muy apropiado si alguna vez te detuvieras en el puente para ver como se abre y se cierra, y así tener el tiempo para disfrutar del panorama.
Hacia el este, la vista está restringida por la curva del río y ahora está dominada por la chimenea de la central eléctrica de Longannet, en la orilla norte, con la refinería de Grangemouth y la ciudad de Bo’ness en el sur .
Si miras hacia el oeste las vistas abarcan el nuevo puente Clackmannanshire, las colinas Ochils, el monumento Wallace, las colinas Fintry con Ben Lomond y más allá.
En un día despejado es verdaderamente espectacular particularmente en invierno.
Sin embargo, lástima por el pobre hombre que operaba el puente giratorio, que debió estar realmente aburrido con las vistas, lo que quizás explique, como me dijeron una vez de manera confiable,: "esa fue la razón por la que él pasó su tiempo escribiendo y dibujando “Oor Wullie” and “The Broons” para el Sunday Post".
