Después de recibir una llamada de un miembro del público preocupado, la policía corrió a la Galería Laz Emporium en Londres. A través de la ventana, pudieron ver el cuerpo de una mujer desplomado sobre un escritorio.
Pensando que la mujer había sufrido un infarto, derribaron la puerta y entraron corriendo. Sólo entonces descubrieron que no era una persona. Era solo una obra de arte, del artista estadounidense Mark Jenkins - una representación de su hermana Kristina con la cabeza en un plato de sopa.
Hannah Blakemore, una empleada de la galería estaba arriba tomando una taza de té cuando irrumpió la policía. Dijo que la policía estaba molesta que la galería tenía una escultura tan real en exhibición.
Quizás ayude si las esculturas no fueran tan realistas para que la policía no las confunda con las reales. Estoy contento de que varias ciudades europeas ya estén avanzando en esta dirección.
Esta escultura, de Philippe Thill, está situada en Cádiz y es un grifo gigante del que fluye agua como de magia.
Esta escultura de una pinza de ropa gigante está situada en Lieja, Bélgica, y fue diseñada por el artista turco Mehmet Ali Uysal.
¡Con suerte, estas esculturas no causarán problemas a la policía!
