En estos tiempos difíciles, aún es esencial utilizar nuestro tiempo sabiamente y aprovechar al máximo para disfrutar de la vida.
Hace varios años, mientras caminaba por el casco antiguo de Alicante, nos encontramos con una inscripción interesante en un edificio descuidado.
El poema bellamente escrito dice lo siguiente.
¿Cuántos meses tiene un año?
Doce meses ¿quieres más?
Quisiera tener los doce
Y otro para descansar.
¿Cuántos días tiene un mes?
¿Un mes? Treinta, o treinta y uno
Solo a febrero le faltan
Tres días, o dos, o uno……
Pues yo quiero treinta y dos
¿Y para qué tantos días?
Para disfrutarlos todos
Con buen humor y alegría.
¿Cuántas semanas tiene un mes?
Cuatro y unos días de más
Pues yo me pediré cinco
Solo para despistar.
¿Cuántos días tiene la semana?
Siete días ni uno más
Pues yo le daría ocho
Uno más para viajar.
¿Cuántas horas tiene el día?
Veinticuatro ¡ya! hay que andar
Pues yo quiero veinticinco
Para jugar y jugar.
¿Cuántos minutos tiene la hora?
Son sesenta sin dudan
Pues yo quiero los sesenta
Y uno más para sonar.
Como el tiempo va deprisa,
No hay tiempo para jugar;
Alguien no quiere que pare
Que te pares a pensar.
El tiempo siempre veloz,
El tiempo siempre fugaz,
Alguien no quiere que pare, que se pare a descansar.
Este poema infantil ilustrado con dibujos de niños, una abuela, los globos y un reloj con alas.
El autor original es Joao Pedro Messeder nació en Oporto, es profesor de educación superior en Oporto y ha publicado muchos libros y poemas para niños.
El tiempo es breve y fugaz, deberíamos aprovecharlo al máximo, incluso en las circunstancias actuales.
Hace varios años, mientras caminaba por el casco antiguo de Alicante, nos encontramos con una inscripción interesante en un edificio descuidado.
El poema bellamente escrito dice lo siguiente.
¿Cuántos meses tiene un año?
Doce meses ¿quieres más?
Quisiera tener los doce
Y otro para descansar.
¿Cuántos días tiene un mes?
¿Un mes? Treinta, o treinta y uno
Solo a febrero le faltan
Tres días, o dos, o uno……
Pues yo quiero treinta y dos
¿Y para qué tantos días?
Para disfrutarlos todos
Con buen humor y alegría.
¿Cuántas semanas tiene un mes?
Cuatro y unos días de más
Pues yo me pediré cinco
Solo para despistar.
¿Cuántos días tiene la semana?
Siete días ni uno más
Pues yo le daría ocho
Uno más para viajar.
¿Cuántas horas tiene el día?
Veinticuatro ¡ya! hay que andar
Pues yo quiero veinticinco
Para jugar y jugar.
¿Cuántos minutos tiene la hora?
Son sesenta sin dudan
Pues yo quiero los sesenta
Y uno más para sonar.
Como el tiempo va deprisa,
No hay tiempo para jugar;
Alguien no quiere que pare
Que te pares a pensar.
El tiempo siempre veloz,
El tiempo siempre fugaz,
Alguien no quiere que pare, que se pare a descansar.
Este poema infantil ilustrado con dibujos de niños, una abuela, los globos y un reloj con alas.
El autor original es Joao Pedro Messeder nació en Oporto, es profesor de educación superior en Oporto y ha publicado muchos libros y poemas para niños.
El tiempo es breve y fugaz, deberíamos aprovecharlo al máximo, incluso en las circunstancias actuales.