Recientemente leí un artículo en una revista donde la autora analizaba por qué nos gustan los jardines.
La autora postula lo que se llama “la Teoría de la Restauración de la Atención” que fue desarrollado por dos Psicólogos Ambientales. Esta teoría dice que si un jardín puede ofrecer a nuestros cerebros cuatro elementos particulares, entonces, y sólo entonces, será más restaurativo (fortalecedor).
Los tres primeros elementos son:
a) Extensión -que es la sensación de inmersión total en los entornos de un jardín;
b) Estar consciente -esto significa que el jardín tiene que ser un cambio del entorno que rodea a uno y
c) Compatibilidad” que significan que uno debe sentirse seguro y protegido.
El cuarto elemento es para ti para que disfrutes de tu jardín, aparentemente requiere estar lleno de fractales que son patrones que nuestros cerebros aman.
A esto se le llama la “Secuencia de Fibonacci o Espiral” en la cual cada número es igual a la suma de los números que preceden. Dicen que esto ocurre naturalmente en el centro de los girasoles, en las puntas de los conos o piñas de los pinos y en la coliflor Románica y en muchas otras plantas.
Todo esto muy interesante pero a veces pienso que la gente solo quiere ser capaz de apreciar lo que ve sin que se les diga el por qué de las cosas!
